Bar Montana (Jaén): el templo del tapeo tradicional junto a la Catedral

Cuando pienso en la esencia de Jaén, en esos lugares que definen nuestra identidad gastronómica, el Bar Montana se sitúa indiscutiblemente en lo más alto de mi lista personal. Como jienense apasionado por descubrir y compartir los tesoros de nuestra tierra, puedo asegurar que este emblemático establecimiento representa a la perfección el alma del tapeo tradicional que caracteriza a nuestra provincia. Situado en pleno corazón histórico de la ciudad, junto a nuestra imponente Catedral, el Montana es mucho más que un simple bar: es un pedazo vivo de la historia gastronómica jienense que ha sabido mantener su esencia a lo largo de más de seis décadas.
En este artículo te invito a descubrir conmigo todos los secretos de este lugar legendario, desde su historia y sus platos más emblemáticos hasta los pequeños detalles que lo convierten en una visita obligada para cualquier amante de la buena gastronomía. Te contaré por qué los jienenses lo consideramos una institución y por qué ninguna visita a nuestra ciudad está completa sin probar sus famosas criadillas o disfrutar de un desayuno tradicional en su barra.
La historia del Bar Montana: más de seis décadas de tradición
Los inicios de una institución jienense
El Bar Montana abrió sus puertas en 1958, en una España muy diferente a la actual, que comenzaba a salir lentamente de la posguerra. Desde sus modestos inicios, este establecimiento se convirtió rápidamente en un referente gastronómico para los jienenses, un lugar donde disfrutar de la cocina tradicional en un ambiente familiar y acogedor.
En mi opinión, lo más admirable del Montana es cómo ha sabido adaptarse a los cambios que han transformado nuestra sociedad sin perder ni un ápice de su identidad. Mientras muchos establecimientos tradicionales iban desapareciendo o transformándose radicalmente para seguir modas pasajeras, el Montana ha mantenido su esencia intacta, convirtiéndose en un símbolo de resistencia de lo auténtico.
El origen del nombre: un viaje al Oeste americano
Una de las curiosidades que siempre me ha fascinado sobre este establecimiento es el origen de su nombre. Contrariamente a lo que muchos podrían pensar, "Montana" no tiene relación directa con nuestra provincia, sino que proviene de un elemento decorativo del propio local. En el fondo del bar se encuentra un llamativo mural del Oeste americano que, en los años 60, cuando las películas y novelas del western estaban muy de moda, inspiró el nombre del establecimiento.
Esta peculiar conexión entre la tradición gastronómica jienense y la iconografía del western americano es uno de esos detalles únicos que aportan personalidad y carácter al lugar, convirtiéndolo en algo más que un simple bar de tapas.
Innovación en tiempos de crisis
Otro aspecto que me parece especialmente relevante en la historia del Montana es su capacidad para innovar en momentos difíciles. Según testimonios históricos, durante una época de crisis económica cuando el consumo de las típicas raciones descendió notablemente, el fundador del establecimiento (conocido popularmente como Juli) tuvo la brillante idea de inventar el concepto de "tapa a elegir".
Este sistema, que hoy nos puede parecer completamente normal, supuso en su momento una auténtica revolución en el panorama gastronómico jienense. Permitía disfrutar de las mismas elaboraciones tradicionales pero en formato más pequeño y a un precio mucho más económico, democratizando así el acceso a la buena gastronomía local.
Ubicación privilegiada en el corazón de Jaén
Un enclave histórico junto a la Catedral
Una de las grandes ventajas del Bar Montana es, sin duda, su ubicación privilegiada. Situado en la calle Cerón número 2, justo al lado de la majestuosa Catedral de Jaén, este establecimiento se encuentra en pleno centro histórico de la ciudad, lo que lo convierte en un punto de referencia tanto para los jienenses como para quienes nos visitan.
Durante mis paseos por el centro histórico, siempre recomiendo hacer una parada en el Montana para reponer fuerzas. Su céntrica ubicación lo hace perfectamente compatible con cualquier ruta turística por la ciudad, permitiendo combinar cultura y gastronomía en una misma experiencia.
El encanto de la calle Cerón
La calle donde se ubica el Montana es, en sí misma, un pequeño tesoro del Jaén antiguo. Se trata de una vía estrecha y empedrada que conserva todo el encanto del casco histórico. Pasear por ella supone sumergirse en la esencia del Jaén tradicional, con sus edificios históricos y sus establecimientos con solera.
Esta zona cobra especial protagonismo durante las celebraciones y festividades locales, cuando se llena de jienenses y visitantes que disfrutan del ambiente festivo mientras degustan las especialidades gastronómicas de la zona.
El barrio de las tascas: un distrito gastronómico con personalidad
El Bar Montana forma parte del conocido como "barrio de las tascas", una zona del centro histórico caracterizada por la concentración de bares y tabernas tradicionales. Este distrito gastronómico es, en mi opinión, uno de los espacios con más personalidad de Jaén y representa como pocos la cultura del tapeo que tanto nos caracteriza.
Te recomiendo dedicar tiempo a recorrer estas callejuelas y descubrir la variedad de establecimientos tradicionales que ofrecen lo mejor de nuestra gastronomía. El Montana, como uno de los bares con más solera del barrio, es una parada obligada en cualquier ruta gastronómica por la zona.
La esencia gastronómica del Montana
Las famosas criadillas: el plato estrella
Si hay un plato que ha dado fama internacional al Bar Montana, ese es sin duda sus legendarias criadillas de choto rebozadas. Esta especialidad constituye la tapa estrella del establecimiento y ha conquistado a generaciones de comensales, tanto locales como visitantes.
La preparación de las criadillas en el Montana es todo un arte. Se sirven perfectamente rebozadas y aderezadas con un poco de limón, resultando en un plato de sabor intenso y textura única que, te aseguro, merece la pena probar al menos una vez en la vida. Miguel Rivas, cocinero del establecimiento, realiza un trabajo meticuloso en la limpieza y preparación de este manjar, garantizando su calidad.
Para que te hagas una idea de la popularidad de esta tapa, el Montana prepara entre seis y siete kilos de criadillas diariamente, lo que supone más de dos toneladas anuales. Una cifra realmente impresionante que habla por sí sola del éxito de este plato tradicional.
Otras tapas emblemáticas que debes probar
Aunque las criadillas son su plato más reconocido, el Montana ofrece una variada selección de tapas tradicionales que también merecen nuestra atención:
- Callos: Preparados según la receta tradicional, con su característica textura y sabor intenso, son una de las tapas más solicitadas por los clientes habituales.
- Manitas de ministro: Popularmente conocidas en Jaén con este curioso nombre, las manitas se elaboran a lo clásico, con su salsa espesa y pegajosa que te hace chuparte los dedos literalmente.
- Patatas bravas: A diferencia de muchos establecimientos donde las patatas bravas son simplemente patatas fritas con kétchup, las del Montana son auténticamente "bravas", con una salsa picante que les da carácter y personalidad.
- Tortilla de bacalao: Otra de las elaboraciones emblemáticas del Montana es su tortilla de bacalao, donde el intenso sabor de este pescado se combina perfectamente con el huevo para crear una tapa consistente y sabrosa.
- Caballitos y pinchos: Entre las tapas más demandadas también encontramos los "caballitos" (gambas rebozadas) y diversos tipos de pinchos que completan una oferta gastronómica variada y representativa de la cocina tradicional jienense.

Desayunos tradicionales que marcan la diferencia
El Bar Montana no solo destaca por sus tapas, sino también por sus desayunos tradicionales que son todo un ritual para muchos jienenses. Entre las opciones más populares para comenzar el día recomiendo especialmente:
- Churros con chocolate: Preparados con maestría siguiendo la receta tradicional, los churros con chocolate del Montana son uno de los desayunos más populares entre los jienenses.
- Picatostes con miel: Esta combinación del sabor tostado del pan con la dulzura de la miel crea un desayuno energético y sabroso que cuenta con el reconocimiento incluso de grandes chefs como Pedrito Sánchez, del restaurante Bagá.
Personalmente, disfruto enormemente de un buen desayuno en el Montana antes de comenzar una jornada de trabajo o un día de visitas por el centro histórico. Es una forma perfecta de conectar con la tradición gastronómica jienense desde primera hora de la mañana.
El sistema de tapas: una fórmula ganadora
Una de las señas de identidad del Bar Montana, y lo que lo convierte en un establecimiento especialmente atractivo para muchos clientes, es su sistema de tapas. Con cada bebida que se consume, el establecimiento sirve una tapa a elegir entre su variada oferta. Una caña de cerveza acompañada de su correspondiente tapa tiene un precio aproximado de 2,50 euros.
Este sistema permite que con cuatro consumiciones de bebida y sus correspondientes cuatro tapas, uno pueda disfrutar de una comida completa por tan solo 10 euros aproximadamente. Una opción económica y variada para disfrutar de la gastronomía local que ha contribuido decisivamente al éxito y la longevidad del establecimiento.
El ambiente y la decoración: un viaje en el tiempo
Un espacio con alma y personalidad
Entrar en el Bar Montana es hacer un auténtico viaje en el tiempo. Este establecimiento ha sabido mantener su esencia tradicional a lo largo de las décadas, conservando elementos decorativos y un ambiente que nos transportan a otra época. Es precisamente esta autenticidad lo que, en mi opinión, lo convierte en un lugar único en Jaén.
El Montana es un bar pequeño y acogedor, como los de antes. Su limitado espacio, lejos de ser un inconveniente, contribuye a crear esa atmósfera íntima y familiar que tanto valoramos sus clientes habituales. Nada más subir el escalón de acceso ya se puede escuchar a los clientes pidiendo "una de criadillas", en una escena que se repite día tras día y forma parte de la personalidad del local.
Elementos decorativos con historia
La decoración del Montana se mantiene prácticamente intacta desde sus inicios, lo que contribuye enormemente a su encanto. El famoso mural del "Viejo oeste americano" que dio nombre al establecimiento preside el fondo del local, creando un curioso contraste con el ambiente típicamente jienense.
Además, en su fachada conserva un antiguo termómetro de la también antigua Óptica Elba, un vestigio del pasado que conecta al local con la historia comercial de la ciudad. Estos pequeños detalles aportan personalidad y autenticidad al establecimiento, convirtiéndolo en algo más que un simple bar de tapas.
El equipo humano: profesionalidad y cercanía
Otro de los elementos que contribuyen al ambiente único del Montana son sus camareros. Profesionales con años de experiencia a sus espaldas, tratan de ser amables y graciosos con la clientela, creando ese ambiente cercano y familiar que tanto caracteriza a los bares tradicionales españoles.
Antonio Úbeda, una de las caras visibles tras la barra, es conocido por su trato cercano y su conocimiento profundo del establecimiento y sus productos. Su presencia constante y su dedicación han contribuido a consolidar la imagen del Montana como un establecimiento donde el trato personal es tan importante como la calidad de sus productos.
Entre los rostros menos visibles pero igualmente importantes está Miguel Rivas, responsable de la cocina y encargado de elaborar esas criadillas que han dado fama al local. Su meticuloso trabajo garantiza la calidad de las especialidades de la casa y es parte fundamental del éxito del Montana.
Reconocimientos y valoraciones: un referente gastronómico
El "Solete" de la Guía Repsol
El trabajo bien hecho siempre tiene su recompensa, y en el caso del Bar Montana, uno de los reconocimientos más importantes que ha recibido recientemente es el "Solete" de la Guía Repsol. Este distintivo, otorgado a establecimientos que destacan por su calidad y autenticidad, supone un importante espaldarazo para el local.
El Montana recibió este reconocimiento gracias a "su servicio de calidad, cercano y tradicional", valores que han caracterizado al establecimiento desde sus inicios y que ahora reciben el merecido reconocimiento por parte de una de las guías gastronómicas más prestigiosas de nuestro país.
El reconocimiento de los expertos
El Bar Montana cuenta también con el reconocimiento de expertos gastronómicos como Pedrito Sánchez, prestigioso chef del restaurante Bagá. Sánchez incluye al Montana entre sus bares favoritos de Jaén, destacando especialmente sus criadillas fritas y sus picatostes con miel para el desayuno.
Este tipo de valoraciones por parte de profesionales de la gastronomía suponen un importante aval para el establecimiento y contribuyen a consolidar su reputación como uno de los referentes del tapeo en Jaén.
La opinión de quienes lo visitan
Las valoraciones de los clientes en diversas plataformas ofrecen también una interesante perspectiva sobre el Montana. Predominan los comentarios positivos que destacan la calidad de sus tapas (especialmente las criadillas, las manitas y las patatas bravas), el ambiente tradicional y la excelente relación calidad-precio.
Muchos visitantes valoran especialmente la autenticidad del local, ese carácter de taberna tradicional que se mantiene inalterable frente a las modas pasajeras. Otros destacan la ubicación privilegiada junto a la Catedral y la posibilidad de combinar una visita cultural con una experiencia gastronómica auténtica.
El Bar Montana en la cultura jienense
Un lugar de encuentro generacional
Más allá de su dimensión puramente gastronómica, el Bar Montana ocupa un lugar destacado en la cultura jienense. Durante décadas, este establecimiento ha sido un punto de encuentro para los jienenses de todas las edades. Su céntrica ubicación y su ambiente acogedor lo convierten en un lugar ideal para reunirse con amigos o familiares y disfrutar de un momento de ocio compartido.
Esta función social del bar, como espacio de socialización y convivencia, lo convierte en algo más que un simple establecimiento de hostelería: es un lugar donde se teje la vida comunitaria de la ciudad y donde convergen distintas generaciones unidas por el placer de disfrutar de la buena gastronomía.
Presencia en la literatura y cultura popular
La importancia cultural del Montana se refleja también en referencias culturales. Por ejemplo, el escritor Juan Eslava Galán, jienense universal y Premio Planeta, habría incluido referencias al Montana en alguno de sus escritos, según mencionan algunos testimonios. Estas referencias literarias ilustran la relevancia cultural del establecimiento más allá del ámbito puramente gastronómico.
Testigo de la historia local
Como establecimiento con más de seis décadas de historia, el Montana ha sido testigo privilegiado de la evolución de Jaén. Desde su apertura en 1958, ha vivido los profundos cambios sociales, económicos y políticos que ha experimentado España en general y Jaén en particular.
Esta dimensión histórica añade un valor cultural al establecimiento, convirtiéndolo en un espacio donde pervive la memoria colectiva de la ciudad. Cada rincón, cada fotografía antigua en sus paredes, cada detalle de su decoración cuenta una parte de la historia de Jaén.
El tapeo en Jaén y la influencia del Montana
La tradición del tapeo jienense
El tapeo constituye uno de los elementos más característicos de la gastronomía jienense. Esta práctica, que consiste en degustar pequeñas porciones de comida (tapas) acompañando a la bebida, ha alcanzado en Jaén un nivel de refinamiento y variedad que la hace especialmente atractiva.
Como jienense, siempre he disfrutado de esta forma de comer, que permite probar diferentes elaboraciones en una misma comida y que favorece la socialización y el encuentro. El tapeo es mucho más que una forma de alimentarse: es una expresión cultural que define nuestra forma de entender la gastronomía y las relaciones sociales.
La aportación del Montana: el sistema de tapa a elegir
Como hemos mencionado anteriormente, una de las innovaciones introducidas por el Montana fue el sistema de "tapa a elegir" que acompaña a cada bebida. Esta fórmula, que hoy nos puede parecer habitual, fue en su momento una importante novedad que contribuyó a democratizar el acceso a la gastronomía local.
Este sistema ha influido decisivamente en otros establecimientos de la ciudad, configurando lo que hoy conocemos como el modelo jienense de tapeo. La posibilidad de elegir la tapa que acompaña a la bebida supone una ventaja para el cliente, que puede adaptar su experiencia gastronómica a sus preferencias personales.
Un modelo de negocio sostenible
El éxito y la longevidad del Montana demuestran la viabilidad de un modelo de negocio basado en la autenticidad, la calidad y la tradición. En un contexto en el que muchos establecimientos sucumben a las modas pasajeras o se ven obligados a reinventarse constantemente, el Montana ha mantenido su esencia durante más de seis décadas.
Este modelo de negocio, basado en la fidelidad a las raíces y en la apuesta por la gastronomía local, ha permitido al Montana sobrevivir a las diversas crisis económicas que ha atravesado España a lo largo de su historia, consolidándose como un referente indiscutible del tapeo jienense.
El Bar Montana en diferentes épocas del año
Semana Santa: el momento cumbre
La Semana Santa constituye, sin duda, una de las épocas más importantes del año para el Bar Montana. Su privilegiada ubicación junto a la Catedral de Jaén, punto neurálgico de las celebraciones religiosas, lo convierte en un lugar especialmente concurrido durante estas fechas.
Según declaraciones de Antonio Úbeda, gerente del establecimiento, la Semana Santa es para el Montana lo que agosto para otros negocios turísticos: "Hemos perdido la Semana Santa, era nuestro agosto", declaraba en abril de 2020, en plena crisis sanitaria, lamentando la cancelación de estas celebraciones debido a la pandemia.
Durante los días de Semana Santa, el Montana está "a reventar" tanto para los desayunos como para las tapas. La afluencia de visitantes, tanto locales como foráneos, que acuden a la ciudad para presenciar las procesiones, repercute muy positivamente en el negocio, generando unos ingresos extraordinarios que dan "un respiro increíble" a la economía del establecimiento.
Otras festividades locales
Además de la Semana Santa, otras celebraciones locales como la Feria de San Lucas (en octubre) o festividades como el Día de Andalucía (28 de febrero) suponen también un incremento en la actividad del Montana.
Estas fechas, en las que los jienenses salimos a la calle para disfrutar de la vida social y la gastronomía local, representan oportunidades para que el Montana muestre lo mejor de su oferta y atraiga a clientes tanto habituales como ocasionales.
Consejos prácticos para visitar el Bar Montana
Cuándo ir: elige el momento adecuado
El Bar Montana es un establecimiento muy popular entre los jienenses y los visitantes, por lo que suele estar bastante concurrido, especialmente en determinados momentos. Te recomiendo:
- Evitar las horas punta: Si prefieres un ambiente más tranquilo, intenta evitar las horas centrales del almuerzo (de 14:00 a 16:00) o las tardes de los fines de semana, cuando el local suele estar más lleno.
- Tener en cuenta el cierre semanal: El Bar Montana cierra los jueves, así que planifica tu visita teniendo en cuenta este detalle.
- Madrugar para los desayunos: Si quieres probar sus famosos churros o picatostes con miel, te recomiendo acudir temprano, ya que son productos muy demandados y podrían agotarse.
Qué probar: imprescindibles en tu primera visita
Si es tu primera visita al Montana, hay algunos platos que no deberías dejar de probar:
- Las criadillas: Como plato estrella del establecimiento, las criadillas de choto rebozadas con un poco de limón son imprescindibles para cualquier visitante con mente abierta a nuevas experiencias gastronómicas.
- Las manitas: Las manitas de ministro, elaboradas a lo clásico con su salsa espesa y pegajosa, son otra de las especialidades que merecen la pena.
- Las patatas bravas: Auténticamente "bravas", a diferencia de lo que ocurre en muchos otros establecimientos.
- Para desayunar: No te pierdas los churros con chocolate o los picatostes con miel, dos opciones tradicionales muy apreciadas.
Cómo llegar: ubicación y accesos
El Bar Montana se encuentra en la calle Cerón número 2, justo al lado de la Catedral de Jaén, en pleno centro histórico de la ciudad. Esta ubicación lo hace fácilmente accesible:
- A pie: Si te alojas en el centro de Jaén o estás visitando la Catedral u otros monumentos del casco histórico, lo más cómodo es llegar caminando. La calle Cerón está justo al lado de la Catedral.
- En transporte público: Si vienes desde otra zona de la ciudad, puedes utilizar las líneas de autobús urbano que tienen parada en las inmediaciones del centro histórico.
- En coche: Si te desplazas en vehículo propio, ten en cuenta que el centro histórico de Jaén tiene restricciones de tráfico. Lo más recomendable es aparcar en alguno de los parkings públicos cercanos y luego desplazarte a pie hasta el Montana.
Presupuesto: disfruta sin arruinarte
Una de las ventajas del Bar Montana es su excelente relación calidad-precio:
- Sistema de tapas: Recuerda que con cada bebida te sirven una tapa a elegir. Una caña con su correspondiente tapa cuesta aproximadamente 2,50 euros, lo que significa que por unos 10 euros puedes disfrutar de cuatro tapas diferentes.
- Formas de pago: En el Montana aceptan tanto pago en efectivo como con tarjeta, aunque siempre es recomendable llevar algo de efectivo por si hubiera algún problema con el datáfono.
Otras recomendaciones para una visita perfecta
- Reserva con antelación: Si vas en grupo o en días especialmente concurridos (como Semana Santa), es recomendable intentar reservar mesa con antelación.
- Sé flexible con las tapas: Ten en cuenta que, según algunos comentarios, el establecimiento no permite pedir dos tapas diferentes si vas con otra persona, argumentando que "es mucho lío". Adapta tus expectativas a esta limitación.
- Combina la visita: Aprovecha la ubicación del Montana junto a la Catedral para combinar tu experiencia gastronómica con una visita cultural a este impresionante monumento.
Preguntas frecuentes sobre el Bar Montana
¿Dónde está ubicado exactamente el Bar Montana?
El Bar Montana se encuentra en la calle Cerón número 2, en pleno centro histórico de Jaén, justo al lado de la Catedral. Esta ubicación privilegiada lo convierte en un lugar fácilmente accesible para cualquier persona que esté visitando el centro de la ciudad.
¿Cuál es el horario del Bar Montana?
Aunque no disponemos de información detallada sobre el horario completo del establecimiento, sabemos que cierra los jueves. Para conocer el horario exacto, lo más recomendable es llamar directamente al teléfono del bar: 953 23 41 66.
¿Es necesario reservar mesa en el Bar Montana?
El Bar Montana es un establecimiento bastante concurrido, por lo que es recomendable reservar con antelación, especialmente si vas en grupo o en fechas señaladas. Puedes hacer tu reserva llamando al teléfono del establecimiento.
¿Cuál es el plato más famoso del Bar Montana?
Sin duda, el plato más emblemático del Montana son las criadillas de choto rebozadas con un poco de limón. Esta especialidad, que se sirve en el establecimiento desde hace más de cuatro décadas, ha dado fama al local y constituye su tapa estrella. El Montana prepara entre seis y siete kilos de criadillas diariamente, lo que supone más de dos toneladas anuales.
¿Qué sistema de tapas ofrece el Bar Montana?
Una de las características distintivas del Montana es su sistema de tapas: con cada bebida que se consume, el establecimiento sirve una tapa a elegir. Una caña de cerveza con su correspondiente tapa cuesta aproximadamente 2,50 euros. Este sistema permite disfrutar de una variedad de tapas a un precio muy asequible.
(Imagen sugerida: sistema-tapas-montana.jpg - Texto alternativo: "Detalle del sistema de tapas del Bar Montana con varias bebidas acompañadas de sus correspondientes tapas a elegir")
¿El Bar Montana acepta pago con tarjeta?
Sí, según la información disponible, en el Bar Montana se aceptan pagos tanto con tarjeta como en efectivo. No obstante, siempre es recomendable llevar algo de efectivo por si hubiera algún problema técnico con el datáfono.
¿Por qué se llama "Montana"?
El nombre del establecimiento se debe a un cuadro del Oeste americano que se encuentra en el fondo del local. En los años 60, cuando se fundó el bar, las novelas y películas del western estaban muy de moda, y esta decoración inspiró el nombre del establecimiento.
¿El Bar Montana tiene algún reconocimiento gastronómico?
Sí, el Bar Montana recibió recientemente un "Solete" de la Guía Repsol, un reconocimiento que premia su servicio de calidad, cercano y tradicional. Además, cuenta con el reconocimiento de expertos gastronómicos como Pedrito Sánchez, chef del restaurante Bagá, quien lo incluye entre sus bares favoritos de Jaén.
¿Cuántos años lleva abierto el Bar Montana?
El Bar Montana abrió sus puertas en 1958, por lo que lleva más de 65 años en funcionamiento. Esta larga trayectoria lo convierte en uno de los establecimientos con más solera de Jaén.
¿El Bar Montana ofrece opciones para celíacos o personas con otras alergias?
No disponemos de información específica sobre la oferta para personas con alergias o intolerancias alimentarias. Si tienes alguna alergia o restricción dietética, te recomiendo consultar directamente con el personal del establecimiento antes de realizar tu pedido.
El Bar Montana, esencia viva de la gastronomía jienense
Como jienense apasionado por el patrimonio gastronómico de mi tierra, considero que el Bar Montana representa a la perfección la esencia del tapeo tradicional. Este emblemático establecimiento ha sabido mantener viva la llama de nuestra gastronomía a lo largo de más de seis décadas, convirtiéndose en un referente indiscutible tanto para los locales como para quienes nos visitan.
Lo que hace especial al Montana no es solo la calidad de sus productos o su excelente relación calidad-precio, sino también ese ambiente auténtico, ese sabor a tradición que se respira nada más cruzar su puerta. En un mundo cada vez más globalizado y estandarizado, establecimientos como el Montana son auténticos tesoros culturales que debemos valorar y preservar.
Si visitas Jaén, te recomiendo encarecidamente que incluyas el Bar Montana en tu itinerario. Probar sus famosas criadillas, disfrutar de una caña con tapa mientras observas ese curioso mural del Oeste americano que da nombre al local, o comenzar el día con unos buenos churros o picatostes con miel, son experiencias que te conectarán con la auténtica esencia de nuestra ciudad.
El Bar Montana no es solo un establecimiento de hostelería; es parte de nuestra memoria colectiva, un espacio donde pervive la historia viva de Jaén. Cada tapa que se sirve, cada caña que se escancia, cada conversación que se entabla en su barra, contribuye a mantener viva una forma de entender la gastronomía y la vida social que forma parte indisociable de nuestra identidad como jienenses.
Como amante de mi tierra y sus tradiciones, puedo asegurar que el Bar Montana es uno de esos lugares que hacen que Jaén sea Jaén, un auténtico templo del tapeo que merece ser visitado y disfrutado con todos los sentidos.

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