El yacimiento arqueológico de Marroquíes Bajos de Jaén: un tesoro milenario en el corazón de la ciudad

Siempre he pensado que vivimos sobre capas de historia que se superponen bajo nuestros pies como las páginas de un libro esperando a ser leídas. El yacimiento arqueológico de Marroquíes Bajos de Jaén es uno de esos extraordinarios lugares donde podemos hojear ese libro del pasado y descubrir los orígenes más remotos de nuestra ciudad. Como jienense apasionado por nuestra historia local, este enclave arqueológico me fascina especialmente por la cantidad de información que nos ha proporcionado sobre quiénes somos y de dónde venimos. A lo largo de este artículo te invito a descubrir conmigo uno de los tesoros patrimoniales más importantes del sur de la península ibérica, un lugar que ha redefinido completamente lo que sabíamos sobre la historia de Jaén y que constituye, sin duda, uno de los yacimientos más relevantes y extensos de toda Europa.

Historia y contexto: el descubrimiento que cambió la historia de Jaén

El hallazgo que revolucionó la arqueología jienense

El yacimiento de Marroquíes Bajos supuso un verdadero punto de inflexión para la arqueología y la historia de Jaén. Se encuentra ubicado en lo que antiguamente constituía la periferia septentrional de la ciudad, una zona tradicionalmente dedicada a huertas más allá de la estación de ferrocarril, y que hoy forma parte del entramado urbano acogiendo el bulevar y el parque Andrés de Vandelvira. Las intervenciones arqueológicas intensivas comenzaron en 1995, cuando el crecimiento urbano de la ciudad empezó a expandirse hacia esta zona, revelando un impresionante conjunto de restos arqueológicos que nadie esperaba encontrar con tal magnitud.

Este descubrimiento no fue casual, sino fruto de la necesidad de documentar los restos que aparecían durante los trabajos de urbanización. Lo que inicialmente podría haberse considerado como un hallazgo menor acabó revolucionando el conocimiento sobre los orígenes de Jaén, mostrando una ocupación humana continuada desde el Neolítico hasta nuestros días. Para mí, como amante de la historia local, resultó impactante saber que nuestra ciudad tenía raíces tan profundas y que había sido un importante núcleo de población desde hace más de 6.000 años.

Las excavaciones: un trabajo contrarreloj

Las excavaciones en Marroquíes Bajos han estado marcadas por la urgencia. El crecimiento urbanístico de Jaén, especialmente intenso desde finales del siglo XX, ha supuesto un gran obstáculo para la conservación integral del yacimiento. Esta situación generó una carrera contrarreloj para documentar los restos antes de que fueran afectados por las nuevas construcciones.

Desde 1995, se han sucedido numerosas campañas de excavación arqueológica de forma intensiva, permitiendo recuperar una cantidad extraordinaria de información sobre estructuras y restos materiales. Estas intervenciones han permitido avanzar significativamente en el conocimiento global del asentamiento antes de su desmantelamiento parcial. Como jienense, observé con sentimientos encontrados este proceso: por un lado, la emoción por los descubrimientos; por otro, cierta tristeza al ver cómo parte de nuestro patrimonio quedaba sepultado bajo nuevas construcciones.

Afortunadamente, gracias a un acuerdo entre entidades privadas e instituciones públicas protectoras del patrimonio, se logró salvaguardar una parcela de 6.000 metros cuadrados que, según todos los indicios, correspondería al centro del asentamiento en su fase calcolítica. Esta parcela, que aún permanece por excavar en su mayor parte, está destinada a albergar el futuro centro de interpretación de Marroquíes Bajos, algo que personalmente considero fundamental para la divulgación de este importante legado histórico.

Declaración como Bien de Interés Cultural

La extraordinaria importancia del yacimiento llevó a su inclusión en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz en 2003. Marroquíes Bajos fue declarado oficialmente como zona arqueológica por la Junta de Andalucía mediante una Orden del 22 de octubre de 2003, reconociendo así su valor excepcional dentro del patrimonio histórico español.

Esta declaración como Bien de Interés Cultural supuso un importante respaldo institucional para la protección y difusión del yacimiento. Para quienes amamos el patrimonio jienense, este reconocimiento representó un motivo de orgullo, ya que situaba a Jaén en el mapa de los grandes yacimientos arqueológicos de la península ibérica.

Características del yacimiento: dimensiones extraordinarias

Extensión y magnitud: un gigante arqueológico

Una de las características más sorprendentes de Marroquíes Bajos es su extraordinaria extensión. Aunque existen diferentes estimaciones según las fuentes consultadas, todas coinciden en señalar que estamos ante uno de los yacimientos más grandes del sur de Europa. Según el arqueólogo Vicente Barba, Marroquíes Bajos cuenta con aproximadamente 300 hectáreas, extendiéndose desde la zona del cuartel de la Guardia Civil hasta el Polígono de los Olivares. Otras fuentes, igualmente fiables, estiman su extensión en más de 130 hectáreas.

El asentamiento prehistórico, en su momento de máximo esplendor, llegó a alcanzar las 34 hectáreas de perímetro amurallado, lo que ya de por sí representa una superficie considerable para un poblado de la Edad del Cobre. Estas dimensiones convierten a Marroquíes Bajos en uno de los asentamientos calcolíticos más grandes de toda Europa, comparable a otros grandes centros de la época como Los Millares en Almería.

Como jienense, me resulta fascinante pensar que hace 5.000 años existiera en este mismo lugar una "ciudad" tan grande, con un nivel de organización y desarrollo tecnológico tan avanzado para su época. Esta magnitud contradice muchas de las ideas preconcebidas sobre las sociedades prehistóricas que tradicionalmente se han considerado pequeñas y dispersas.

Organización espacial única: los cinco anillos concéntricos

La organización espacial del asentamiento calcolítico de Marroquíes Bajos resulta absolutamente singular, y es precisamente esta característica la que ha llevado a que National Geographic lo calificara como "la Atlántida" debido a su peculiar forma. El poblado prehistórico se organizaba en forma de cinco círculos concéntricos, cada uno correspondiente a un área de ocupación y rodeado de un canal del que partían otros fosos transversales intercomunicados con los sucesivos anillos.

Esta estructura de anillos concéntricos se asemeja a la descripción que Platón hace de la mítica Atlántida, lo que ha generado cierto interés mediático en el yacimiento. Aparentemente, este parecido atrajo la atención del director James Cameron, conocido por películas como Titanic, quien habría dirigido un reportaje sobre el yacimiento jienense. Aunque personalmente no he podido confirmar todos los detalles de esta participación de Cameron, no cabe duda de que la estructura circular de Marroquíes Bajos resulta tan singular como impresionante.

Sistema hidráulico: un prodigio de ingeniería prehistórica

Quizás el aspecto más asombroso del yacimiento sea su complejo sistema hidráulico, una verdadera obra de ingeniería para su época. El asentamiento prehistórico contaba con un sistema muy ingenioso para captar el agua procedente de los arroyos que bajaban del Cerro de Santa Catalina, una obra sin par en la Península Ibérica de aquel entonces.

Los canales y fosos que rodeaban los anillos concéntricos servían tanto para defensa como para el control y distribución del agua. Este complejo sistema hidráulico demuestra un profundo conocimiento de la gestión del agua por parte de estos pobladores prehistóricos, y probablemente fue uno de los factores determinantes para el éxito y la longevidad del asentamiento.

Lo fascinante es que este sistema ha sido tan efectivo que, según los expertos, continúa aún hoy decidiendo sobre las trayectorias de las aguas subterráneas en la zona. Los sistemas de canalización se han sucedido en el tiempo: bajo las acequias que aún funcionan, se han localizado drenajes del siglo XVII, atarjeas, canales y molinos de noria islámicos, molinos, albercas y canales romanos, y, como base de todo, el gran sistema hidráulico prehistórico.

Para mí, como observador contemporáneo, resulta extraordinario pensar que una obra de ingeniería realizada hace más de 5.000 años continúe influyendo en la hidrología de la zona. Sin duda, es un testimonio del ingenio y los conocimientos técnicos que poseían aquellas comunidades prehistóricas.

La secuencia ocupacional: 6.000 años de historia continua

El origen: los primeros pobladores neolíticos

Las primeras evidencias de ocupación constatadas en la zona arqueológica reflejan la existencia de un pequeño campamento estacional neolítico, fechado en la segunda mitad del IV milenio a.C. Este primer asentamiento estaba compuesto por estructuras semisubterráneas de entre 1 y 1,5 metros de diámetro, dedicadas a diversos usos. Estos primeros pobladores eran probablemente cazadores-recolectores que comenzaban a transitar hacia un modo de vida más sedentario basado en la agricultura.

La presencia del arroyo de La Magdalena, que bajaba desde el Cerro de Santa Catalina, debió ser un factor determinante para la elección de este enclave. El agua siempre ha sido un recurso crucial para el asentamiento humano, y este arroyo, hoy sepultado bajo la ciudad moderna, fue probablemente el elemento que atrajo a los primeros pobladores a lo que hoy conocemos como Marroquíes Bajos.

La explosión calcolítica: el gran poblado de la Edad del Cobre

El periodo de mayor esplendor del asentamiento prehistórico corresponde a la Edad del Cobre o Calcolítico (III milenio a.C.). Durante esta época, el poblado experimentó un crecimiento espectacular, llegando a ocupar 34 hectáreas de perímetro amurallado. Por la tipología de las estructuras y la factura de los materiales cerámicos, se puede adscribir a un horizonte con inicios en el III Milenio a.C. y pervivencia hasta la primera mitad del II Milenio.

El asentamiento calcolítico de Marroquíes Bajos representa una comunidad compleja y bien organizada, con un notable desarrollo tecnológico para su época. La estructura de anillos concéntricos, el sofisticado sistema hidráulico y la presencia de murallas defensivas sugieren una sociedad jerarquizada con capacidad para movilizar importantes recursos humanos y materiales.

En una de las intervenciones arqueológicas realizadas en la Parcela E 2-4, sector UA23, se identificaron características de la muralla del poblado calcolítico, incluyendo muros de adobe y una de las puertas del poblado, techada y oculta. Estos elementos defensivos revelan tanto la complejidad arquitectónica como la probable existencia de tensiones territoriales que hacían necesaria la protección del asentamiento.

La continuidad ibérica: entre dos mundos

Tras el periodo calcolítico, el yacimiento muestra evidencias de ocupación durante la etapa ibérica, aunque la información disponible sobre esta fase es menos abundante que la de otros periodos. Los íberos constituyen uno de los pueblos prerromanos más interesantes de la península, con una cultura rica y compleja que se desarrolló principalmente entre los siglos VI y I a.C.

La presencia ibérica en Marroquíes Bajos confirma la continuidad en la ocupación del espacio, probablemente atraídos por las mismas ventajas estratégicas y recursos naturales que habían atraído a los pobladores anteriores: la disponibilidad de agua, la cercanía a tierras fértiles y la posición estratégica en el territorio.

La huella romana: infraestructuras que perduran

La etapa romana dejó una importante huella en Marroquíes Bajos, como demuestran los hallazgos de diversas estructuras relacionadas principalmente con la gestión del agua y la producción agrícola. En las recientes excavaciones dirigidas por el arqueólogo Juan Luis Martínez, se ha puesto en valor una estructura hidráulica de dimensiones espectaculares, así como un pozo del siglo I a.C. y otras estructuras relacionadas con la producción agrícola.

Estas infraestructuras romanas muestran la continuidad en la importancia del control y uso del agua en la zona, aprovechando y probablemente mejorando los sistemas anteriores. La presencia romana en Marroquíes Bajos se inscribe en el contexto más amplio de la romanización del territorio de la actual provincia de Jaén, donde existían importantes núcleos urbanos como Aurgi (la actual Jaén).

La fase islámica: de al-Ándalus a la reconquista

La fase medieval islámica constituye otro de los periodos bien documentados en Marroquíes Bajos. El hallazgo de hasta siete necrópolis medievales en distintos sectores (RP.4, UA.23, UA.25 y SUNP.1) constituye una aportación trascendental para el conocimiento de la Jaén islámica. Estas maqbaras (cementerios islámicos) han documentado un volumen significativo de enterramientos, aproximadamente 350 sepulturas, lo que resulta especialmente valioso considerando que son prácticamente inexistentes los datos que disponemos sobre las áreas de enterramiento de la ciudad en época islámica.

Además de las necrópolis, se han documentado estructuras hidráulicas islámicas como atarjeas, canales y molinos de noria, que demuestran la continuidad en el uso y mejora de los sistemas de aprovechamiento del agua a lo largo de los siglos.

La documentación histórica sobre este periodo es también interesante: en las crónicas de la conquista de la ciudad por las tropas de Fernando III se citan en diversas ocasiones el Fonsario (cementerio) o la Puerta del Fonsario, situada frente a Castro (Peñas de Castro o Torre Bermeja). Es fascinante cómo la arqueología ha venido a confirmar y ampliar lo que las fuentes escritas apenas mencionaban de manera escueta.

Actualmente, se están excavando los niveles de época califal en la denominada Parcela C, donde se puede observar y clasificar cerámica de este periodo. Estos trabajos, realizados en el marco del campo de voluntariado de Marroquíes Bajos, están aportando nueva información sobre la presencia islámica en la zona.

Desde la Edad Moderna hasta la actualidad

Aunque menos documentados arqueológicamente, los periodos moderno y contemporáneo también están presentes en la secuencia ocupacional de Marroquíes Bajos. Se han localizado drenajes del siglo XVII bajo las acequias que aún funcionaban hasta hace poco, lo que demuestra la continuidad en el uso agrícola de esta zona hasta la expansión urbana de finales del siglo XX.

Precisamente, esta expansión urbana de las últimas décadas ha supuesto la transformación más radical del espacio de Marroquíes Bajos en toda su historia. Lo que durante milenios fue un espacio principalmente agrícola, aprovechando los recursos hídricos disponibles, se ha convertido en parte del entramado urbano de Jaén, acogiendo hoy el bulevar y el parque Andrés de Vandelvira.

Hallazgos destacados: tesoros bajo el suelo jienense

Las necrópolis medievales: testimonio de la Jaén islámica

Uno de los hallazgos más significativos de Marroquíes Bajos lo constituyen las siete necrópolis medievales encontradas en distintos sectores del yacimiento. Estas maqbaras han documentado aproximadamente 350 sepulturas, lo que representa una fuente de información excepcional sobre la población islámica de Jaén y sus prácticas funerarias.

Hasta el descubrimiento de estas necrópolis, la información sobre los cementerios islámicos de Jaén era extremadamente escasa, limitándose a una breve mención en las crónicas de la conquista de la ciudad por Fernando III y algunas referencias a hallazgos casuales de sepulturas islámicas en las inmediaciones de la Puerta de Martos. Por ello, estos enterramientos han resultado fundamentales para comprender mejor la demografía, las costumbres funerarias y la distribución espacial de la ciudad islámica.

El sistema hidráulico prehistórico: una obra de ingeniería sorprendente

Sin duda, uno de los aspectos más destacados y sorprendentes del yacimiento es su complejo sistema hidráulico prehistórico. Este sistema, que combina fosos, canales y estructuras de distribución del agua, constituye una obra de ingeniería sin paralelos conocidos en la Península Ibérica para la época calcolítica.

Lo realmente asombroso es que este sistema sigue influenciando las trayectorias de las aguas subterráneas en la zona hasta nuestros días. Estamos hablando de una obra de ingeniería hidráulica con más de 5.000 años de antigüedad que sigue siendo funcional, lo que da una idea de la pericia técnica y el conocimiento del territorio que poseían aquellos constructores prehistóricos.

Las murallas y bastiones: el perímetro defensivo

Las excavaciones han revelado importantes estructuras defensivas en el asentamiento calcolítico, incluyendo murallas de adobe y al menos una puerta fortificada. En la intervención arqueológica realizada en la Parcela E 2-4, sector UA23, se documentaron importantes datos sobre la muralla del poblado, incluyendo los muros de adobe y una de las puertas del poblado, que se encontraba techada y oculta.

Estas estructuras defensivas sugieren la existencia de tensiones territoriales y la necesidad de proteger el asentamiento y sus recursos. Asimismo, la complejidad arquitectónica de estos elementos defensivos demuestra la capacidad organizativa y técnica de aquella sociedad calcolítica.

Estructuras romanas: aprovechamiento del territorio

Las estructuras de época romana halladas en Marroquíes Bajos son particularmente interesantes. El arqueólogo Juan Luis Martínez ha destacado la existencia de "estructuras de época romana bastante atractivas", incluyendo una estructura hidráulica de dimensiones espectaculares, un pozo del siglo I a.C. y otras estructuras relacionadas con la producción agrícola.

Estos restos romanos son especialmente relevantes porque demuestran la continuidad en la ocupación del espacio y en el aprovechamiento de los recursos hídricos, adaptando y mejorando los sistemas anteriores. La presencia de infraestructuras relacionadas con la producción agrícola subraya la importancia económica que debió tener esta zona en época romana.

El Parque Arqueológico de Marroquíes Bajos hoy

El centro de interpretación: la ventana al pasado

En la actualidad, el Parque Arqueológico de Marroquíes Bajos permite a los visitantes conocer de primera mano el origen milenario de la ciudad de Jaén, realizando un viaje a lo largo de las diferentes civilizaciones que poblaron el lugar hasta conocer el célebre poblado calcolítico, un asentamiento que ha sido descrito como un modelo singular de hábitat de la Europa Occidental.

El yacimiento cuenta con un Centro de Visitantes relativamente reciente, aunque lamentablemente el parque ha permanecido cerrado al público durante algún tiempo tras el último cambio de gobierno municipal. Esta situación ha sido recibida con cierto descontento por parte de jienenses y visitantes, que quedaron privados de la oportunidad de conocer la rica historia de este histórico asentamiento.

Actividades arqueológicas actuales: el campo de voluntariado

Actualmente, el yacimiento ha recuperado parte de su actividad gracias al campo de voluntariado de Marroquíes Bajos. El Ayuntamiento de Jaén ha puesto en marcha la quinta edición de este campo arqueológico, en el que participan 17 voluntarios bajo la dirección del arqueólogo Juan Luis Martínez.

Los trabajos actuales se centran en la denominada Parcela C, donde se están excavando los niveles de época califal. Sin embargo, el arqueólogo municipal ha manifestado que están "expectantes para conseguir alcanzar los niveles en que se encuentran los restos romanos porque son más atractivos".

Proyectos de futuro: preservando el legado

El futuro del yacimiento pasa necesariamente por la consolidación del Parque Arqueológico y su Centro de Interpretación. La parcela de 6.000 metros cuadrados que se preservó y que, según los indicios, corresponde al centro del asentamiento en su fase calcolítica, está destinada a albergar el futuro centro de interpretación de Marroquíes Bajos.

Este centro permitirá a los visitantes comprender mejor la extraordinaria importancia histórica y arqueológica del yacimiento, así como su papel en la formación y desarrollo de la ciudad de Jaén a lo largo de más de 6.000 años de historia ininterrumpida.

Visitando Marroquíes Bajos: una experiencia única

Cómo llegar: ubicación y accesos

El Parque Arqueológico de Marroquíes Bajos se encuentra ubicado en la Calle Miguel Castillejo, 8, en el código postal 23009 de Jaén. Se sitúa en lo que actualmente es el barrio de El Bulevar, en la zona norte de la ciudad.

Llegar al yacimiento resulta relativamente sencillo si te encuentras en Jaén capital. Desde el centro histórico, puedes tomar alguna de las líneas de autobús urbano que conectan con la zona norte, o bien hacer el recorrido a pie, que te llevará aproximadamente 25-30 minutos dependiendo del punto de partida exacto.

Si vienes de fuera de Jaén, lo más recomendable es llegar en coche y aparcar en las inmediaciones del barrio de El Bulevar, donde normalmente no suele haber problemas de aparcamiento. También puedes llegar en autobús hasta la estación de autobuses de Jaén y desde allí tomar un autobús urbano o un taxi hasta el yacimiento.

Horarios y precios: planifica tu visita

Las visitas al Parque Arqueológico han estado limitadas durante algún tiempo, pero actualmente se celebran jornadas de puertas abiertas bajo el título 'Descubre Marroquíes Bajos'. En eventos recientes, estas jornadas se programaron para fechas específicas en los meses de verano, en horario de mañana (10:00 horas).

Las inscripciones para estas visitas son gratuitas y se pueden realizar a través del teléfono y WhatsApp habilitado para ello. Te recomiendo consultar la información actualizada sobre horarios y disponibilidad antes de planificar tu visita, ya que pueden producirse cambios en la programación.

La experiencia de la visita: un viaje en el tiempo

Visitar Marroquíes Bajos supone una experiencia única que te permite realizar un viaje a través de más de 6.000 años de historia. El yacimiento te ofrece la oportunidad de conocer de primera mano el origen milenario de la ciudad de Jaén y las diferentes civilizaciones que poblaron el lugar.

La visita te permite observar los restos arqueológicos de las diferentes épocas: desde el poblado calcolítico con sus estructuras circulares, hasta los vestigios romanos e islámicos. El Centro de Visitantes complementa la experiencia con información contextual y explicativa que te ayudará a comprender mejor la importancia histórica del yacimiento.

Personalmente, lo que más me impresiona de la visita es poder visualizar la continuidad histórica del asentamiento y cómo cada civilización ha aprovechado y adaptado las estructuras anteriores, especialmente los sistemas hidráulicos. Es fascinante comprobar cómo el ingenio humano ha encontrado soluciones similares a problemas recurrentes a lo largo de miles de años.

Actividades complementarias: conociendo la Jaén histórica

La visita a Marroquíes Bajos puede complementarse con otras actividades relacionadas con la historia de Jaén. Te recomiendo especialmente combinar la visita al yacimiento con un recorrido por el Museo Provincial de Jaén, donde podrás contemplar muchos de los objetos hallados en las excavaciones arqueológicas de la ciudad y provincia, incluyendo piezas procedentes del propio Marroquíes Bajos.

Otro lugar interesante para completar la experiencia es el Centro de Interpretación del Castillo de Santa Catalina, desde donde podrás obtener una vista panorámica de la ciudad y comprender mejor la relación entre el Cerro de Santa Catalina y el asentamiento de Marroquíes Bajos, vinculados por el arroyo de La Magdalena que fue determinante para la elección del emplazamiento del poblado prehistórico.

Consejos prácticos para tu visita

La mejor época para visitar: clima y consideraciones

El clima de Jaén se caracteriza por veranos muy calurosos e inviernos relativamente suaves. Si planeas visitar Marroquíes Bajos, te recomiendo evitar los meses de julio y agosto, cuando las temperaturas suelen superar fácilmente los 35-40ºC, lo que puede hacer la visita bastante incómoda, especialmente considerando que gran parte del yacimiento se encuentra al aire libre.

Las mejores épocas para visitar el yacimiento son la primavera (abril-mayo) y el otoño (septiembre-octubre), cuando las temperaturas son más suaves y agradables. Si aun así decides visitar el yacimiento en verano, te aconsejo hacerlo a primera hora de la mañana, llevar gorra o sombrero, protección solar y, por supuesto, una botella de agua fresca.

Equipamiento recomendado: prepárate adecuadamente

Para disfrutar plenamente de la visita a Marroquíes Bajos, te recomiendo llevar:

  • Calzado cómodo y apropiado para caminar por terreno irregular.
  • Ropa adecuada a la temporada: ligera en verano, pero con alguna capa adicional en primavera y otoño, especialmente si visitas el yacimiento a primera hora de la mañana.
  • Protección solar: gorra o sombrero, gafas de sol y crema solar, especialmente en los meses más calurosos.
  • Agua: siempre es aconsejable llevar una botella de agua, sobre todo en verano.
  • Cámara fotográfica: el yacimiento ofrece numerosas oportunidades para tomar fotografías interesantes.
  • Una pequeña mochila o bolsa para llevar cómodamente estos elementos.

Accesibilidad: información útil

El Parque Arqueológico de Marroquíes Bajos ha trabajado para mejorar su accesibilidad, aunque por la propia naturaleza del yacimiento, con terreno irregular y estructuras arqueológicas, puede presentar ciertas dificultades para personas con movilidad reducida.

El Centro de Visitantes suele contar con mejores condiciones de accesibilidad que el propio yacimiento. Si tienes necesidades específicas de accesibilidad, te recomiendo contactar previamente con el centro para informarte sobre las condiciones actuales y las posibles adaptaciones disponibles.

Servicios disponibles: comodidad para el visitante

El Parque Arqueológico cuenta con algunos servicios básicos para los visitantes, como aseos en el Centro de Visitantes. Sin embargo, no esperes encontrar servicios de restauración dentro del recinto, por lo que te aconsejo prever estas necesidades antes de tu visita.

En las inmediaciones del yacimiento, en el barrio de El Bulevar, puedes encontrar diversos establecimientos de restauración donde tomar algo antes o después de tu visita. La zona está bien equipada con bares, cafeterías y restaurantes donde podrás disfrutar de la gastronomía local.

Preguntas frecuentes sobre Marroquíes Bajos

¿Por qué es tan importante el yacimiento de Marroquíes Bajos?

Marroquíes Bajos es considerado uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del sur de Europa por varias razones. En primer lugar, por su extraordinaria extensión, que según algunas estimaciones alcanza las 300 hectáreas. En segundo lugar, por la continuidad en su ocupación, desde el Neolítico hasta nuestros días, lo que proporciona una secuencia cultural completa y compleja con 19 fases distintas. Y finalmente, por la excepcionalidad de algunas de sus estructuras, especialmente el sofisticado sistema hidráulico calcolítico, considerado único en la Península Ibérica para su época.

¿Qué significa el nombre "Marroquíes Bajos"?

El nombre "Marroquíes Bajos" no tiene relación con el período histórico del yacimiento, sino que corresponde a la denominación tradicional de esta zona de huerta en la periferia norte de Jaén. Es simplemente el topónimo que recibía este área antes de su urbanización, y que se ha mantenido para denominar tanto el barrio actual como el yacimiento arqueológico.

¿Realmente tiene relación con la Atlántida?

No hay una relación histórica o arqueológica real entre Marroquíes Bajos y la mítica Atlántida. Sin embargo, la estructura de anillos concéntricos del asentamiento calcolítico presenta cierto parecido formal con la descripción que Platón hace de la Atlántida en sus diálogos Timeo y Critias. Esta similitud ha llevado a que medios como National Geographic lo calificaran como "la Atlántida" debido a su peculiar forma. Se trata, por tanto, de una comparación visual o metafórica, no de una identificación histórica.

¿Qué evidencias hay de la vida cotidiana de sus habitantes?

Las excavaciones arqueológicas han proporcionado numerosas evidencias sobre la vida cotidiana de los habitantes de Marroquíes Bajos a lo largo de sus diferentes fases de ocupación. Entre estas evidencias se incluyen restos de viviendas, estructuras de almacenamiento, instrumentos líticos, cerámicas, restos de alimentos, herramientas, objetos de adorno personal y enterramientos.

El estudio de estos materiales ha permitido a los arqueólogos reconstruir aspectos como la dieta, las técnicas de producción, las relaciones comerciales, las creencias religiosas y las prácticas funerarias de las diferentes comunidades que habitaron este espacio a lo largo de miles de años.

¿Se puede participar en las excavaciones arqueológicas?

Sí, el Ayuntamiento de Jaén organiza periódicamente campos de voluntariado arqueológico en Marroquíes Bajos, donde tanto especialistas como aficionados tienen la oportunidad de participar en las excavaciones bajo la dirección de arqueólogos profesionales. En recientes ediciones, se ha puesto en marcha el campo arqueológico con la participación de voluntarios bajo la dirección del arqueólogo Juan Luis Martínez.

Si estás interesado en participar en futuras ediciones del campo de voluntariado, te recomiendo estar atento a las convocatorias que suele publicar el Ayuntamiento de Jaén a través de sus canales oficiales.

¿Está abierto permanentemente al público?

El acceso al público del Parque Arqueológico de Marroquíes Bajos ha sido intermitente en los últimos años. Tras un periodo de cierre, actualmente se organizan jornadas de puertas abiertas en fechas específicas. Te recomiendo consultar la información actualizada sobre horarios y disponibilidad antes de planificar tu visita, ya que pueden producirse cambios en la programación.

Un tesoro en el corazón de Jaén

Marroquíes Bajos representa uno de los tesoros patrimoniales más importantes de Jaén y un elemento fundamental para comprender los orígenes y la evolución histórica de nuestra ciudad. Este extraordinario yacimiento nos permite rastrear más de 6.000 años de historia continua, desde los primeros cazadores-recolectores neolíticos hasta la actualidad, pasando por las grandes civilizaciones que han configurado la identidad de la península ibérica: calcolíticos, íberos, romanos y musulmanes.

Como jienense apasionado por nuestra historia local, considero que Marroquíes Bajos merece un mayor reconocimiento y puesta en valor, no solo a nivel local sino también nacional e internacional. Su excepcional sistema hidráulico prehistórico, la complejidad de su estructura urbana calcolítica y la riqueza de su secuencia cultural lo convierten en un enclave único que todavía tiene mucho que aportar al conocimiento de nuestro pasado.

Te animo encarecidamente a visitar este fascinante yacimiento cuando tengas oportunidad. A pesar de las limitaciones actuales en su acceso público, las jornadas de puertas abiertas ofrecen una excelente oportunidad para conocer de primera mano este extraordinario legado histórico. Marroquíes Bajos no es solo un conjunto de ruinas arqueológicas: es el libro donde está escrito el origen de Jaén, un libro cuyas páginas seguimos descifrando y que nos ayuda a entender mejor quiénes somos y de dónde venimos.

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